Criterios de
salud psicológica (según Albert Ellis)
Albert Ellis (1913-2007)
fue un terapeuta cognitivo conductual que propuso una de las fórmulas más
eficaces para el trabajo en el cambio de pensamiento: la “Terapia Racional
Emotiva-Conductual”. Partiendo de influencias filosóficas y psicológicas, Ellis
propone que muchas alteraciones y perturbaciones de la persona ocurren no tanto
por las cosas en sí mismas, si no por la visión
que se tiene de ellas.
De su libro Práctica de la terapia racional emotiva
(1989), que firma junto a Windy Dryden, extraemos los 13 criterios de salud
psicológica que, desde el punto de vista de la RET, podemos utilizar como un
punto de partida para la autoevaluación, es decir, que en función de lo cerca
que estemos de satisfacer estos criterios, mejor será -desde la visión de
Ellis- nuestra salud psicológica.
1. Interés en sí mismo: Las
personas sensatas y sanas emocionalmente suelen interesarse en primer lugar por
sí mismas, y colocan sus propios intereses al menos un poco por encima de los
intereses de los demás. Se sacrifican hasta cierto punto por aquellos a quienes
quieren, pero sin que esto les anule.
2. Interés social: El
interés social es racional y positivo, porque la mayoría de las personas optan
por vivir y divertirse en una comunidad y grupo social. Si no actúan
moralmente, protegen los derechos de los demás, y favorecen la vida en
sociedad, es poco probable que lleguen a crear esa clase de mundo en el que ellos
mismos puedan vivir cómoda y felizmente.
3. Autodirección: La gente sana asume la
responsabilidad de su vida a la vez que coopera con los demás. Este tipo de
personas no piden ni necesitan demasiada ayuda de los otros.
4. Alta tolerancia a la frustración: Los individuos racionales se otorgan a sí mismos y a los demás el
derecho de equivocarse. Se abstienen de condenarse o de condenar a otros como
personas, por un comportamiento inaceptable u ofensivo, incluso aunque les
desagrade mucho su propia conducta o la de los demás. Estas personas no se
atormentan por un fuerte distress emocional, sino que cambian las condiciones
adversas que sean susceptibles a modificarse, y aceptan las que no pueden
cambiarse, teniendo la sabiduría de diferenciar las dos cosas.
5. Flexibilidad: La gente sana y madura
suele ser de ideas flexibles, abierta al cambio, pluralista y no fanática
cuando emite opiniones sobre los otros. No dictan reglas fijas y rígidas para
si mismos y para los demás.
6. Aceptación de la incertidumbre: Los
hombre y las mujeres sanos aceptan la idea de que vivimos en un mundo de
probabilidades en continuo cambio, donde no existe la certeza absoluta y
probablemente nunca existirá. Se han dado cuenta de que vivir en este mundo de
incertidumbre y probabilidades no es horrible, y a menudo resulta fascinante.
Les gusta que haya un orden pero no exigen saber con exactitud lo que les
deparará en el futuro, y qué les puede llegar a suceder.
7. Comprometerse en ocupaciones creativas: Para la mayoría de las personas resulta saludable y satisfactorio el
implicarse de forma vital en algo fuera de sí mismos, y a poder ser tener al
menos algún interés creativo. En ciertos individuos este interés es de tipo
humanitario, y lo consideran tan importante que organizan a su alrededor buena
parte de sus vidas.
8. Pensamiento científico: Los
individuos sanos tienden a ser más objetivos, científicos y racionales que los
que tienen alguna alteración. Son capaces de tener sentimientos profundos y de
actuar correctamente, pero también regulan sus acciones y emociones
reflexionando sobre ellas y evaluando sus consecuencias según les lleven a
conseguir metas a corto y largo plazo.
9. Autoaceptación: Las personas sanas se
alegran de estar vivas y se aceptan a sí mismas simplemente por el hecho de
vivir y tener la capacidad de divertirse. Rechazan la idea de medir lo que
valen por sus logros externos y por lo que los demás piensan. Han elegido
aceptarse a si mismas incondicionalmente, e intentar no evaluarse. Prefieren
divertirse más que ponerse a prueba.
10. Arriesgarse: La gente sana
emocionalmente tiende a arriesgarse e intentar hacer lo que pretenden, incluso
cuando hay muchas probabilidades de que fracasen. Son aventureros pero no
temerarios.
11. Hedonismo de larga duración:
Las personas bien adaptadas aspiran a conseguir los placeres del presente y del
futuro, pero no suelen sacrificar el mañana por el bienestar pasajero de un
momento. Son hedonistas, esto significa que buscan la felicidad y evitan el
dolor, pero tienen asumido que no van a vivir eternamente y que es mejor pensar
a la vez en el hoy y en el mañana, sin obsesionarse con las gratificaciones
inmediatas.
12. Antiutopía: La gente sana acepta el
hecho de que las utopías son inalcanzables y de que nunca conseguirán todo lo
que quieren, ni podrán evitar todo el dolor. Piensan que es poco sensato
esforzarse por alcanzar el placer, felicidad y perfección totales, o la total
falta de ansiedad, depresión, descontento y hostilidad.
13. La propia responsabilidad de sus alteraciones emocionales: Los individuos sanos aceptan la gran parte de responsabilidad que
tienen en sus propias alteraciones, en lugar de echar la culpa de forma
defensiva a los demás o a las condiciones sociales, por sus conductas,
pensamientos y sentimientos autodestructores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario